A pesar de que contamos con el mayor y más rápido acceso a una inmensa cantidad de información de la historia de la humanidad, seguimos tomando malas decisiones personales y organizacionales. Asimismo, la rapidez de los cambios que enfrenta la humanidad hace necesario que la forma en que tomamos decisiones cambie. Sin embargo, nuestro cerebro no evoluciona a ese mismo ritmo. Ante esa enorme cantidad de información disponible y la vertiginosidad de los cambios, ¿qué podemos hacer para tomar mejores decisiones y cómo aprendemos a elegir las mejores fuentes de información que nos ayuden a tomar esas decisiones? Julio Zelaya, experto en liderazgo y gestión del cambio, comparte las claves de cómo nuestro cerebro procesa la información, así como la importancia del pensamiento crítico y analítico para mejorar la forma en que tomamos decisiones.